Quiero la igualdad y por ello, no soy racista.

Contar experiencias personales me parece la mejor forma de poder aportar mi punto de vista sobre diferentes temas presentes en nuestra sociedad.

Actualmente se utiliza la palabra "racista", desde mi punto de vista, demasiado a la ligera.

Hay personas que no están de acuerdo con la entrada de personas extranjeras en nuestro país, otros defienden activamente que estos tengan los mismos derechos que los españoles y muchos están de acuerdo con la entrada de extranjeros a nuestro país pero con la condición de que adopten nuestras mismas costumbres.


En colegios e institutos (sobre todo en grandes ciudades o ciudades costeras) es de lo más común encontrarse con alumnos que o son de nacionalidad extranjera o bien son de nacionalidad española y sus raíces son extranjeras.

Yo, como bien indiqué en mi presentación, he convivido desde que tenía apenas unos minutos de vida con personas que corresponden a ambos casos.


Tanto en el colegio como en el instituto pude apreciar el trato especial por parte de los profesores y dirección de los centros hacia estas personas. Mostraré dos sencillos casos:


Mi compañera era musulmana y practicante de su religión. Al ingresar en el centro los padres de esta avisaron a la dirección de las necesidades de su hija, y estas no eran especialmente pocas. 

Debía salir cada cierto intervalo de tiempo (cada veinte minutos mas o menos, no lo recuerdo bien) del aula para practicar una serie de rezos. Esto, evidentemente, tenía que ser posible en cualquier asignatura y situación.
Es decir, mi compañera tenía el derecho (Y que nadie se lo negara, claro está. Porque si no sería una actitud racista y en contra de su religión) de salir de clase durante un examen para llevar a cabo ese rezo que duraba unos cinco minutos. Tras llevarlo acabo, entraba de nuevo en el aula y continuaba el examen. 

Esta misma estaba prometida. Para llevar a cabo el matrimonio se fue un mes a su país. 

Los profesores y la dirección llamó a la familia, poniéndole a esta de manifiesto que las faltas no tendrían repercusiones en la evaluación de mi compañera, que tan solo les preocupaba la educación de la niña y su continuidad en el centro.
Como era predecible, mi compañera apareció en clase. Los profesores le facilitaron los apuntes que no había podido coger en ese tiempo, un plazo especial para la entrega de los trabajos que durante ese tiempo habíamos tenido que entregar y para colmo, continuaría teniendo derecho a la evaluación continua.
¿Justificar las faltas? Eso no fue necesario, estaban más que justificadas.

Ahora poneros en la situación del resto de la clase al ver esto.

¿Ir al baño durante un examen? Qué digo durante un examen, ¿ir al baño mientras estabas en clase? Eso era como pedirles 1000 euros. Los cinco minutos que teníamos entre clase y clase eran para eso.
Es decir, mi compañera, por pertenecer a otra cultura y religión tiene privilegios. Algo tan simple con salir del aula cinco minutos.

¿Faltar más de tres veces sin un justificante? Qué digo sin un justificante. Si era un simple constipado, no servía como justificación. 

Nunca llegué a estar ingresada, pero dudo hasta de la validez de un ingreso en el hospital para justificar una falta a clase.
Es decir, mi compañera, por pertenecer a otra cultura y religión tiene privilegios. Algo tan simple como faltar dos días a clase sin justificación.

Quiero la igualdad y por ello no soy racista, sino justa.

Comentarios

  1. Siempre que entro en tu blog me sorprendes de manera positiva, me encanta la manera en la que te expresas compartiendo tus propias experiencias con todos nosotros. Esta publicación puede generar mucha polémica y por ello te doy mi enhorabuena pues de esto se trata.
    Gracias por compartir tus experiencias con nosotros!

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    1. Creo que las vivencias de una mismo son la mejor enseñanza que la vida nos regala. Cuando escribí esta publicación sabía que me exponía a todo tipo de comentarios puesto que, como bien dices, es un tema de lo más actual y polémico. Pero entonces pensé que en eso consistía la creación de los bloggs, en compartir nuestras ideas y opiniones para conocernos más, para intercambiar puntos de vista.
      Me alegra que te haya gustado, gracias por leerme guapa.

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  2. Que razón querida amiga, esto ya no queda en ser racista o no si no que, en muchos casos son ellos mismos quienes nos hacen vernos con distintivos, pues como es el caso de esta chica que por ser musulmana puede ausentarse de las clases porque sí, los demás compañeros se encuentran en el mismo derecho y no tienen ese privilegio.
    Un saludo.

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    1. Compartimos el mismo punto de vista, pero he de decirte que hay mucha gente que no.
      Existen personas que piensan que son sus costumbres y hay que respetarlas, no lo ven como un privilegio sino como una adaptación de nuestro sistema educativo (en el caso del el absentismo ) para que personas de otras religiones y culturas puedan formarse sin impedir la práctica de sus costumbres.
      Yo sinceramente lo seguiré viendo como una injusticia, como un privilegio. Pienso que si los centros son flexibles en estos casos, también deberían serlo en muchos otros.

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